El bíceps braquial es un músculo del brazo que se encuentra en la parte anterior del mismo. Consiste en dos cabezas, una larga y una corta, que se originan en diferentes puntos del hombro y se unen en un tendón común que se inserta en el codo.
El origen de la cabeza larga del bíceps braquial es la escápula, específicamente en la tuberosidad supraglenoidea de la cavidad glenoidea. La cabeza corta, por otro lado, se origina en la apófisis coracoides de la escápula. Ambas cabezas se unen en un solo vientre muscular que desciende por la parte frontal del brazo y se inserta en la tuberosidad bicipital del radio, que es una pequeña protuberancia en el codo.
La función principal del bíceps braquial es la flexión del codo, es decir, acercar la mano hacia el hombro. También contribuye a la supinación del antebrazo, que es el movimiento de giro de la mano para que la palma quede hacia arriba. Además, el bíceps braquial ayuda en la estabilización del hombro y en la flexión del hombro cuando el codo está fijo.
Este músculo es activo en una variedad de actividades cotidianas como levantar objetos, flexionar el brazo al hacer curl de bíceps, lanzar un objeto y realizar movimientos de agarre.
Para fortalecer y desarrollar el bíceps braquial, se pueden realizar ejercicios como curls de bíceps con mancuernas o barra, dominadas con agarre supino, y flexiones de bíceps en poleas. Es importante variar el tipo de ejercicio y ajustar las cargas de peso para obtener resultados óptimos.
Sin embargo, es fundamental realizar estos ejercicios de forma adecuada y segura, siguiendo las instrucciones de un profesional de la salud o un entrenador personal, para evitar lesiones y maximizar los beneficios del entrenamiento.
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